jueves, 24 de mayo de 2012

LA BOTA DE VINO: MANEJO Y CUIDADOS

LA BOTA DE VINO: MANEJO Y CUIDADOS

La historia de la bota se pierde en los tiempos más remotos. Encontramos testimonios escritos de su existencia ya en la antigua Grecia (Homero en la Odisea cuando su héroe Ulises emborracha al cíclope Polifemo dándole vino en odres), en la Biblia (Noé emborrachado por sus hijos), en el inmortal Quijote de Cervantes (cuando el viejo hidalgo destroza a mandobles y estocadas los pellejos del ventero) y a lo largo de todo el Siglo de Oro de la literatura española las referencias se multiplican.
Ligera, flexible, resistente, respetuosa con el medio ambiente, de fácil trasiego, impermeable, práctica, higiénica, atractiva, de simple pero perfecto diseño, la bota de vino es, a la vez, legado de nuestro pasado y un producto libre de los imperativos de la moda que encandila a quien sabe disfrutar de los placeres básicos de la vida.

Preparación de las materias primas
Las materias primas son:
  • La piel
  • Los curtidos
  • Los impermeables (la pez)
  • Los hilos y trenzas
  • Los brocales y boquillas
La piel
Elegir la piel
La piel que más se utiliza para hacer botas de vino es la de cabra. La resistencia de este pellejo es superior a todas las demás. Además aporta una flexibilidad que es indispensable para el uso que se le va a dar, así como para poder realizar las tareas de preparación y confección del artesano.

Extracción de la pielExtracción CerradaEsta técnica se utiliza para la fabricación del odre o pellejo. Esta manera de extraer la piel se inicia con la muerte del animal, que tiene que realizarse de una manera tal que su pellejo quede lo más entero posible, sin cortes de cuchillo.
El desollado de la cabra se debe realizar a mano, sin la ayuda de ninguna herramienta excepto en contadas ocasiones. El animal queda colgado boca abajo de una de sus patas traseras. La piel se va extrayendo desde la pata de la que cuelga hacia la cabeza, dejando la piel que cubre las patas entera, a excepción de la extremidad de la que cuelga.
Extracción Abierta
En esta forma de extracción se abre la piel desde arriba hacia abajo y hacia las patas para que quede el pellejo abierto y estirado. En esta técnica también se realiza el desollado a mano para dañar la piel lo menos posible. Este tipo de extracción es el más utilizado hoy día y se usa para la posterior confección de las botas.
Descarnado y limpieza
La carne y la grasa adheridas a la piel se eliminan raspando con cuchillas y dallas. La manera en que se realiza este raspado varía según la extracción haya sido abierta o cerrada.
Curtidos
El curtido vegetal se extrae de la corteza de los árboles. Ésta se muele hasta obtener un fino polvo. Los árboles más utilizados para esta misión son la encina, el pino o la mimosa. El objetivo principal del curtido es conseguir que la piel tratada no se pudra, a la vez que se le da cuerpo al cuero.
La parte interior de la piel se trata untándola con aceite de oliva para darle la flexibilidad y la protección que necesitará en el momento de confeccionarla y para su uso posterior. El curtido solamente es utilizado para las pieles que van a ser destinadas a las botas cuyo impermeable interior será la pez.
La pez
Este producto resinoso se extrae principalmente del pino o del enebro. Tratada a altas temperaturas se prepara para convertirse en el impermeabilizante interior de las botas que van a ser destinadas a almacenar vino.
Los hilos y trenzas
En la actualidad los hilos más utilizados son fabricados con lino, así como las trenzas para el cosido son en su mayoría de algodón.
Los brocales y boquillas
Los brocales más utilizados en la bota tradicional están realizados con resina prensada, también llamada baquelita. Se utilizaron de madera de asta de toro y también se hacen de inyección de plástico.
Preparación para el uso de las botas
1.     Quitar el papel que obtura el cierre.
2.     Calentar la bota, al sol o cerca de un radiador de calefacción.

3.     Frotar enérgicamente la costura.
4.     Hinchar la bota soplando suavemente por el brocal, no debe forzarse. En caso de que ofrezca alguna dificultad, caliéntela de nuevo.
5.     Llenarla con un vaso de agua para humedecer la costura. No se preocupe si al principio deja pasar alguna gota de agua. Esto ocurre hasta que la costura toma tensión y se cierra totalmente.
6.     Introducir el vino y mantenerla tumbada durante 5 ó 6 días haciendo que el vino pase por todo el interior.
7. Tirar este primer vino y la bota ya está dispuesta para su utilización.
Los primeros días es conveniente cambiar el vino con frecuencia. Procurar que las paredes de la bota no se peguen durante estos primeros días.
Conservación de la botaCuando se prevea que la bota no va a ser utilizada durante algún tiempo, conviene deshincharla y obturar el brocal con un trapito o papel para evitar que la pez manche la rosca del brocal. Es preferible guardarla tumbada para evitar que la pez se escurra.
Cuando vaya a ser nuevamente utilizada, proceda a hincharla con el mismo cuidado que la primera vez.
MUY IMPORTANTE: no engrase la bota
¿QUÉ ES UN "REPELÓN"? ¿CÓMO EVITARLO?

La avería más frecuente consiste en el "repelón". ¿Qué es un "repelón"? Simplemente consiste en que, al unirse las dos caras interiores de la bota por, sea cual sea el motivo, y al intentar despegarlas de forma inadecuada, se produce un arrancamiento de la pez en una de las caras de la bota, o en las dos, dejando a la misma sin impermeabilizante y, naturalmente, permitiendo la salida del vino.
¿Cómo se evita? Si por cualquier circunstancia se produce el hecho de que las caras interiores de la bota se peguen, es fundamental despegarlas con sumo cuidado, bien calentando la bota hasta que la pez se ablande lo suficiente para que, soplando despacio por el brocal, la bota se hinche sin ofrecer resistencia. En caso de dificultad para despegarla pueden introducir por la parte ancha del brocal agua caliente, la cual producirá el mismo efecto.

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